«Así es este lugar: un espacio literario con identidad propia que se va construyendo relato a relato y que, sin que nos demos cuenta, se apropia de nosotros que nos vemos –de pronto– recorriendo sus calles, escuchando a sus personajes y percibiendo sus intenciones.
La seducción que ejerce sobre nosotros parte con un humor muy bien trabajado, con descripciones lúdicas y personajes graciosos. Y cuando ya estamos convencidos de que Laurides es un entorno plácido y complaciente, comienza a surgir una realidad otra, casi invisible, con las marcas sombrías de dictaduras sangrientas, de luchas de inmigrantes y también de aquello innombrable, eso que nos atormenta en lo más íntimo y que ni siquiera somos capaces de verbalizar.
Recorrer estos relatos es internarse entre los angostos pasajes de esta ciudad de letras. Hay algo mágico en Laurides, pero también algo terrible escondido tras la perfecta arquitectura de las palabras que lo sostienen. Puede advertirse en el secreto que esconden los ojos de Vespi o en el dolor que dejó a Manuela encerrada en sí misma para siempre. Hay algo de ridículo, también, en la intelectualidad vacía del hombre pequeño y, por cierto, un aire a eternidad forzada en la recolecta de San Mittre. Ahí, en el destino de ese personaje, está la clave de la primera parte de este libro de relatos: Laurides atrapa. No se dice, no es el motivo central de ninguno de los cuentos, pero ninguno de sus personajes es capaz de salir de ahí. »
Prólogo. Claudia Martínez Echeverría. Doctora en Literatura PUC Chile.